FINANCIACIÓN PERSONALIZADA CONTACTO

Clínica Rigo

Tu piel cambia constantemente, lo cual es totalmente normal. Sin embargo, un cambio en el color, el tamaño o la forma de un lunar suele ser una señal de que algo puede ir mal. Y es que, aunque el problema no sea necesariamente un cáncer de piel, un lunar que cambia de forma o de color puede ser el síntoma de un problema más o menos grave

Es posible que hayas vivido con lunares de aspecto sospechoso durante bastante tiempo y asumas que son completamente inofensivos. Sin embargo la realidad es que los cánceres de piel, como el melanoma, no siempre anuncian su presencia; pero hay algunos signos tempranos que son definitivamente motivo de preocupación. Por ejemplo, si un lunar se vuelve más pálido o más oscuro de lo normal, o si aparecen colores nuevos y diferentes además del color original, no hay duda de que debes revisarlo.

Lo mejor que puedes hacer en este sentido es familiarizarte con los lunares, estar pendiente de si cambian de color o forma y, si notas algo diferente en alguno de ellos, acude a un especialista. En este artículo, además, te enseñaremos a cómo saber si un lunar es peligroso o no.

¿Qué son los lunares y por qué se producen?

Los lunares son crecimientos en la piel que suelen ser de color marrón o negro. Los lunares pueden aparecer en cualquier parte de la piel, solos o en grupos. La mayoría de los lunares aparecen en la primera infancia y durante los primeros 25 años de vida de una persona. Lo normal es tener entre 10 y 40 lunares en la edad adulta.

A medida que pasan los años, los lunares suelen cambiar lentamente, volviéndose elevados y/o cambiando de color. A veces, incluso se desarrollan pelos en el lunar. Algunos lunares pueden no cambiar en absoluto, mientras que otros pueden desaparecer lentamente con el tiempo.

Los lunares se producen cuando las células de la piel crecen en grupo en lugar de estar repartidas por toda la piel. Estas células se denominan melanocitos y producen el pigmento que da a la piel su color natural. Estas manchas pueden oscurecerse tras la exposición al sol, durante la adolescencia y durante el embarazo, y esto no tiene por qué suponer un problema.

Tipos de lunares peligrosos y benignos

En la piel pueden formarse varios tipos de lunares, tanto benignos como malignos. Entre ellos se encuentran los lunares comunes, los nevos displásicos y los melanomas.

Lunares benignos

También son conocidos como lunares comunes. Cuando los melanocitos, o células pigmentarias de la piel, crecen en grupos, forman lo que se llama un lunar común. Tienen un aspecto rosado, bronceado o marrón y un aspecto bastante uniforme en los bordes con una superficie lisa. 

Los lunares comunes suelen ser benignos, y los adultos suelen tener entre 10 y 40 lunares comunes en la piel. A veces los bebés nacen con lunares comunes, pero la mayoría se forman con la edad, hasta los 40 años aproximadamente, en zonas frecuentemente expuestas al sol.

Los lunares son algo muy común en el cuerpo. Aunque algunas personas los consideran manchas de belleza, algunos de estos fenómenos pueden ser antiestéticos. Existen varios tratamientos como el láser que ayudan a eliminar los lunares de la cara y otras zonas del cuerpo, sin dolor y con mínimas cicatrices. 

Sin embargo, es importante examinar los lunares antes de tratarlos. Si estás interesada en aprender más sobre el tratamiento, ponte en contacto con la Clínica Rigo Medicina Estética para ayudarte y asesorarte acerca de todo lo que hay que saber de los lunares y cómo eliminarlos. 

Lunares peligrosos

Dentro de los lunares que podríamos considerar como peligrosos encontramos dos tipos: los nevos displásicos y los melanomas. A continuación veremos cada uno de ellos.

Nevos displásicos

También conocidos como lunares atípicos, los nevos displásicos suelen ser de mayor tamaño que un lunar común. Suelen ser planos y varían en colores que incluyen el rosa y el marrón oscuro. También tienen las siguientes características:

  • Suelen medir más de 5mm.
  • Tienen una superficie lisa, algo escamosa o guijarrosa.
  • Tienen un borde irregular, que se desvanece en la piel que lo rodea.

La mayoría de los nevos displásicos se encuentran en las zonas del cuerpo expuestas al sol; pero también pueden aparecer en zonas como los pechos, el cuero cabelludo y las zonas por debajo de la cintura.

En la mayoría de los casos, los nevos displásicos no se convierten en cáncer de piel de tipo melanoma. Sin embargo, el riesgo de cáncer de piel aumenta con un mayor número de nevos displásicos.

Si tienes uno o más de estos lunares peligrosos, asegúrate de que un médico los examine, especialmente si tienes antecedentes familiares de cánceres de piel por melanoma. Además, acude a un médico si notas que el lunar nevo displásico hace lo siguiente:

  • Cambia de color.
  • Se endurece o se siente abultado.
  • Cambia de altura, forma o textura.
  • Pica.
  • Rezuma o sangra.
  • Aumenta o disminuye de tamaño.
  • Se siente escamosa o seca en la superficie de la piel.

Melanoma

Un tipo de cáncer de piel que se inicia en los melanocitos, el melanoma puede surgir de un lunar común o de un nevo displásico, o puede desarrollarse en una zona de la piel que parece normal. 

El aspecto de un melanoma puede variar, pero un signo común es un cambio en el tamaño de un lunar existente o nuevo que presenta características como bordes y tonos desiguales.

Los melanomas se dan con mayor frecuencia en personas de piel clara. En las personas con piel más oscura, el melanoma tiende a formarse en las palmas de las manos, bajo las uñas, en las plantas de los pies o bajo las uñas de los pies. En las mujeres, el melanoma suele aparecer en la parte inferior de las piernas o en la espalda, mientras que, en los hombres, el melanoma suele aparecer en la espalda, el cuello o la cabeza.

Cómo aprender a identificar los lunares peligrosos

Es importante conocer la diferencia entre los lunares benignos y los cancerosos. Si no estás seguro de cómo hacerlo, la regla ABCDE puede ayudar a reconocer los signos y síntomas de un lunar peligroso. ABCDE es un acrónimo de los siguientes signos y síntomas del cáncer de piel:

  • Asimetría. Una mancha o lunar en la piel con una forma inusual o dos partes que no    parecen iguales.
  • Borde. Un borde cortado o irregular.
  • Color. Un color desigual.
  • Diámetro. Un lunar o mancha que es más grande que un guisante.
  • Evolución. Un lunar o mancha que ha cambiado en las últimas semanas o meses.

En cualquier caso, si quieres asegurarte de si un lunar es o no peligroso o quieres eliminar estas antiestéticas manchas de tu piel, reserva tu consulta en la clínica Rigo y ponte manos a la obra para conseguirlo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
¡Pregúntanos lo que quieras!