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Clínica Rigo

La hiperhidrosis, también conocida como sudoración excesiva, es un trastorno muy común que sin embargo produce mucho malestar a quienes lo padecen. Se cree que aproximadamente el 2,5% de la población sufre de hiperhidrosis en diferentes zonas del cuerpo, aunque este problema físico no es muy conocido entre el público general.

El principal síntoma de la hiperhidrosis es un exceso de sudoración que no puede explicarse por causas normales, como por ejemplo altas temperaturas o un esfuerzo físico. Suele darse sobre todo en las axilas o en las plantas de los pies y las palmas de las manos, apareciendo en torno a la adolescencia.

La hiperhidrosis no es peligrosa ni provoca complicaciones físicas; pero el exceso de sudoración puede traer consecuencias sociales negativas a quienes lo padecen. Algunas personas con este problema se avergüenzan de su condición, y por lo tanto tienen dificultades en sus relaciones de amistad, de negocios o románticas.

Pero, ¿por qué se produce la hiperhidrosis? ¿Qué tipos existen? Y, sobre todo, ¿existe algún tratamiento para combatirla? En este artículo te lo contamos.

¿Por qué se produce la hiperhidrosis?

La sudoración es un mecanismo natural que utiliza el cuerpo para reducir su temperatura. El sistema nervioso activa automáticamente las glándulas sudoríparas cuando aumenta el calor corporal. Además también se produce normalmente, sobre todo en las palmas de las manos, cuando se está nervioso o alterado.

Sin embargo, en la hiperhidrosis este mecanismo natural del cuerpo no funciona correctamente. En la forma más común de sudoración excesiva, conocida como hiperhidrosis focal primaria, los nervios responsables de la señalización de las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos, aunque no hayan sido activados por la actividad física o el aumento de la temperatura. 

Esto no quiere decir que no haya factores externos que influyan en la sudoración. En los casos de hiperhidrosis primaria el problema se agrava aún más con el estrés y los nervios. Generalmente esta versión del problema afecta principalmente a las palmas de las manos y las plantas de los pies y, a veces, a la cara.

Causas de la hiperhidrosis primaria

Desgraciadamente, no se conoce ninguna causa médica para este problema. Algunos expertos creen que puede ser hereditaria, ya que en ocasiones se transmite de padres a hijos; pero no hay demasiados estudios al respecto.

Por suerte, algunos tratamientos médicos pueden reducir la hiperhidrosis o incluso eliminarla, permitiendo a la persona que la sufre llevar una vida mucho más tranquila y libre de problemas.

Sudor excesivo secundario

Además de la sudoración excesiva producida por factores genéticos, también existe otro tipo de hiperhidrosis asociada a diferentes enfermedades. Conocida como hiperhidrosis secundaria, es menos común que la anterior y suele provocar sudor por todo el cuerpo del paciente.

Algunas de las enfermedades que más provocan esta alteración son las siguientes:

  • Diabetes.
  • Problemas de tiroides.
  • Niveles bajos de azúcar en sangre.
  • Infecciones.
  • Problemas del sistema nervioso.

Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos la hiperhidrosis no lleva asociada ninguna enfermedad ni tiene complicaciones físicas de ningún tipo.

Tipos de hiperhidrosis

Qué es la hiperhidrosis axilar

La hiperhidrosis axilar es uno de los tipos más comunes que existen, y también uno de los más incómodos. Las personas que lo padecen suelen mostrar una gran preocupación por las marcas visibles que deja este problema, que a su vez puede ir acompañado de mal olor.

Dependiendo de la gravedad de la sudoración, es posible que el problema pueda solucionarse utilizando remedios caseros como ciertos tipos de desodorante o ropa extra absorbente. Sin embargo, en los casos más extremos es recomendable utilizar algún tipo de tratamiento estético para evitar los peores efectos secundarios.

Qué es la hiperhidrosis palmar

El otro tipo de hiperidrosis más común es la que afecta a las palmas de las manos y las plantas de los pies de los pacientes. Se trata de un problema generalmente menos evidente, pero que puede traer todo tipo de consecuencias desagradables a quienes lo sufren.

Dependiendo de la cantidad de sudoración producida es posible que la hiperhidrosis palmar interfiera en el día a día de la persona. Por ejemplo, en los casos más extremos pueden aparecer dificultades para sostener objetos, realizar ejercicio o incluso conducir. Al igual que ocurre en el otro tipo, este problema se agrava con los nervios y con la ansiedad.

Consecuencias del sudor excesivo

Salvo que exista algún tipo de problema médico subyacente la hiperhidrosis no suele ser peligrosa por sí misma. Sin embargo, sí que puede provocar problemas sociales y emocionales a quienes la sufren debido principalmente al estigma que existe alrededor de la sudoración excesiva.

Así, quienes padecen hiperhidrosis palmar o axilar suelen tener mayores dificultades para relacionarse y generalmente experimentan emociones negativas frecuentes como ansiedad o vergüenza extrema.

Tratamientos para el sudor excesivo

Ya hemos visto que la sudoración excesiva no parece tener una causa única, por lo que salvo que se trate de un efecto secundario de una enfermedad subyacente, no es sencillo eliminarla por completo. Por suerte, la medicina estética ofrece diferentes tratamientos para paliar los síntomas o incluso acabar con ellos.

La intervención más efectiva para acabar con la hiperhidrosis es la aplicación de bótox en la zona más afectada. Esta toxina actúa a nivel químico para disminuir la activación de las glándulas sudoríparas, de tal manera que de forma automática se produce una reducción importante de la sudoración que se mantiene en el tiempo.

La buena noticia es que el tratamiento para la hiperhidrosis con bótox no presenta ningún efecto secundario, por lo que es una muy buena solución para quienes se están viendo negativamente afectados por la sudoración excesiva. 

Cómo funciona el tratamiento para la hiperhidrosis

A diferencia de lo que ocurre con otros problemas principalmente estéticos, la hiperhidrosis puede reducirse de forma muy rápida y sin pasar por quirófano. Después de hacer un diagnóstico previo únicamente será necesario realizar una inyección de bótox en la zona afectada, que de manera inmediata y durante un periodo prolongado disminuirá de forma muy elevada la producción de sudor.

Además de esto, en la clínica Rigo te aconsejaremos sobre otras acciones que puedes llevar a cabo por tu cuenta para reducir el sudor y mantener al máximo la efectividad del tratamiento. 

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