Los tratamientos de radiofrecuencia pueden alisar las estrías y tensar las zonas de piel suelta, por lo que son tan adecuados para los glúteos como para el rostro.
A diferencia de otros métodos de reducción de la grasa, el tratamiento con radiofrecuencia es completamente indoloro, no tiene tiempo de inactividad y proporciona un resultado uniforme, sin irregularidades en la superficie.
Los mecanismos de acción incluyen el fomento de la eliminación de las células grasas o mejor conocido como apoptosis de los adipocitos tras el tratamiento con radiofrecuencia.
El tratamiento está especialmente indicado para los abdominales superiores e inferiores y la parte interna y externa de los muslos, también puede tener grandes resultados en la parte superior de los brazos. Además de su eficacia a la hora de reducir la celulitis.
Cuando se utiliza para tratar el cuerpo, la radiofrecuencia suele realizarse a una temperatura más alta. Sin embargo, la temperatura de la piel debe medirse durante el tratamiento para asegurar de que es lo suficientemente alta como para aportar beneficios significativos sin arriesgar problemas como las quemaduras.